El bosque mediterráneo es uno de los cinco bosques más grandes del mundo y el primer bosque no tropical. Desempeña un papel fundamental a nivel local y mundial.
Biodiversidad: los bosques mediterráneos son reconocidos como uno de los puntos calientes de biodiversidad del mundo. Proporcionan hábitat para numerosas especies de plantas y animales, muchas de las cuales son endémicas y no se encuentran en ningún otro lugar. Estos bosques albergan una amplia variedad de flora y fauna, contribuyendo a la biodiversidad global y preservando recursos genéticos únicos.
Regulación del clima: los bosques mediterráneos tienen un impacto significativo en la regulación del clima local y regional. Actúan como sumideros de carbono, absorbiendo dióxido de carbono de la atmósfera a través de la fotosíntesis y almacenándolo en biomasa y suelo. Al reducir las concentraciones de gases de efecto invernadero, estos bosques ayudan a mitigar el cambio climático y contribuyen a los esfuerzos globales de secuestro de carbono.
Protección del suelo y control de la erosión:la cobertura vegetal de los bosques mediterráneos ayuda a proteger el suelo contra la erosión causada por el viento y el agua. Las raíces de los árboles y las plantas mantienen unido el suelo, previniendo la degradación y pérdida del mismo. La presencia de los bosques también ayuda a regular el flujo de agua, reduciendo el riesgo de inundaciones y promoviendo la infiltración del agua en el suelo.
Recursos hídricos: los bosques mediterráneos son esenciales para la gestión de los recursos hídricos. Desempeñan un papel crucial en el mantenimiento del ciclo hidrológico al capturar la lluvia y recargar las fuentes de agua subterránea. Los bosques actúan como esponjas naturales, retienen agua y la liberan gradualmente, contribuyendo así a la disponibilidad de agua durante las estaciones secas y regulando el caudal de los ríos.
Servicios ecosistémicos: los bosques mediterráneos brindan una amplia gama de servicios ecosistémicos que benefician el bienestar humano. Contribuyen a la purificación del aire filtrando contaminantes, proporcionan sombra y refrescamiento, y crean un ambiente agradable y saludable. Los bosques también ofrecen valores estéticos y espirituales, inspirando a artistas, poetas y personas que buscan tranquilidad y conexión con la naturaleza.
Valor cultural y recreativo: los bosques mediterráneos tienen una importancia cultural para las comunidades locales. A menudo están vinculados a prácticas tradicionales, folklore y patrimonio cultural. Estos bosques ofrecen oportunidades recreativas para actividades al aire libre como senderismo, acampada y observación de vida silvestre, atrayendo visitantes y promoviendo el ecoturismo.
Valor económico: los bosques mediterráneos tienen una gran importancia económica. Proporcionan valiosa madera y productos forestales no maderables como corcho, resinas, plantas medicinales y setas comestibles. Las industrias basadas en el bosque, incluyendo el procesamiento de madera y el turismo, contribuyen a las economías locales y a las oportunidades de empleo.
Es crucial conservar y gestionar de manera sostenible los bosques mediterráneos para garantizar sus continuos beneficios para las generaciones presentes y futuras.